Karim Mussi, enólogo: “Es mucho más fácil transformar la uva en vino, que el vino en plata»

Sentarse a charlas con Karim Mussi es disfrutar de la visión de un gran enólogo que nunca se queda quieto. De un tipo divertido y laburante. Qué disfruta de la buena morfa, pero que no deja de mirar hacia el futuro del vino con una mirada crítica, pero que a la vez denota una esperanza muy fuerte y latente. Tal vez sea su religiosidad (de la cual hablamos). De sus orígenes, de las comidas, de la familia, siempre presente. La nota que van a ver prácticamente no tiene cortes, apenas una pequeña edición. La escuché varias veces y encontré conceptos muy disruptivos. Un camino paralelo a lo que se suele escuchar. Muchas veces Karim sale de la autopista y le mete acelerador en la colectora. Habrá pozos. Pero el destino es el mismo. Vender vino. En Argentina y en el Mundo. Pasen, vean y escuchen a un pensador de la actividad. Hay cosas muy interesantes para ver y rever. De paso un adelanto. Se viene una propuesta gastronómica en su Bodega Alandes muy interesante. Pero eso será para otra nota. Luego del video les dejo una buenas y jugosas frases del Turco.

“Es mucho más fácil transformar la uva en vino que el vino en plata, la uva en vino es dificilísimo, depende de un millón de detalles para hacer una buena copa de vino, pero evidentemente hay mucha gente que lo sabe hacer, tiene menos barreras el negocio, entra mucha gente al negocio sin tener que cumplir con el millón de detalles necesarios para hacer una buena copa de vino, una buena botella de vino, ahora, ¿cuánta gente transforma una botella de vino en plata? Es como un milagro, es como la consagración. Baja Dios a la tierra y transforma el pan y el vino en sangre y cuerpo de Cristo, vender una botella de vino, baja Dios y transforma el vino en plata, es dificilísimo, es dificilísimo”.

“Uno confía en los enólogos gordos, no hay que confiar en los enólogos flacos, un enólogo flaco, magro, que no tiene panza, algo desconfia, siempre hay que elegir a los manyines. Excepto al gato Kaiser que es flaco porque camina mucho. Es alemán. El gato es la persona más inteligente, intelectualmente más sabia que hay en la industria y mi admiración por él es infinita. Así que no puedo hablar de alguien que admiro tanto, es totalmente parcial mi opinión”

“Somos una bodega con visión internacional que compite contra vinos de afuera, que necesita que a Argentina le vaya muy bien…Hoy el mundo pasó de una tendencia globalizadora a una tendencia endogámica, reduccionista, temerosa de la competencia, está yendo al chauvinismo en vez de ir a la globalización, sin haber todavía disfrutado todos los beneficios de la globalización”

“El vino como producto se consume de forma analógica, vivencial, pero todo el resto que rodea una copa de vino, todo esto que está alrededor de una copa de vino, la infraestructura, la gastronomía, la música, todo tiene que estar a la altura”

“La cara de la comunicación por redes es buen porque como herramienta nos iguala a todos. Cualquiera es capaz de comunicar. El tema es el contenido. Para mí como enólogo, es frustrante ver que cualquier perejil puede ser un proto enólogo a través de lo que comunica en esto. Lo que subyace atrás de esto, lo que hace que esto se transforme en esto real y que esto dure 100 años es la diferencia. Hoy hay un exceso de información y de contenidos que no están debidamente validados por el producto real”

“Para mí todos los esfuerzos son en vano si la gente que lo rodea, llámese aeropuertos, rutas, restaurantes, hoteles, no está a la altura de esto. Hay muchos de esos recursos que dependen del esfuerzo privado que han estado a la altura y muchísimo más alto inclusive. Hay un nivel de hoteles, de gastronomía que ha superado o ha igualado la oferta enológica. Hay cosas que debería proveer el Estado en términos de infraestructura que no lo ha igualado. No tenemos el aeropuerto que tenemos que tener, no tenemos las rutas y no tenemos la seguridad que tenemos que tener. Eso es donde más hincapié hay que hacer. Y las herramientas que faciliten producir o elaborar al esfuerzo privado”

“El Estado no lo vio, no lo entendió y se generó un capital humano fabuloso que era inexistente. Las bodegas ya estábamos, que somos quienes ofertamos. El turismo y el visitante ya estaba, que es quien demanda. El intermediario, ese operador turístico, esa agencia de turismo receptivo, ese hotel de 5 estrellas, de 4 o de 3, ese buen restaurante. Y ese chofer, a veces mal llamado chofer, el valor no lo agregan manejando un auto. El valor lo agregan brindando conocimiento, brindando una buena experiencia, brindando honestidad y calidad en el servicio. Fue algo que surgió nuevo. Y el intermediario, el tipo que trae el turista a la bodega es un nuevo jugador extremadamente virtuoso, porque justamente el Estado nunca se enteró que existía. Y el día que se enteró que existía, primero se quiso apropiar del talento de esa persona y después quiso grabarlo con impuestos”

“No hay industria que sea capaz de transformar algo que cuesta un dólar el kilo en algo que cuesta cien dólares el litro. Nadie, nadie. Yo necesito 150 kilos de uva para hacer cien litros de vino. Somos la única industria a nivel mundial que agrega tanto valor y que derrama tantos beneficios en la economía”

“El tipo más inteligente de la industria vitivinícola argentina no es mendocino, es cordobés, no es enólogo ni agrónomo, es contador y no viene de ninguna industria similar a esto. Y para mí, uno de los tantos senseis que entiende el negocio. Se llama Santiago Achaval. El Santi entiende esto mejor que el 99% de los tipos con doble apellido vitivinícola. Pero porque entiende la naturaleza del negocio, no es que heredó un viñedo, heredó una bodega y heredó una marca. El tipo entendió el negocio desde los números, desde la forma más simple de agregar valor”

“Si solamente es por una cuestión aspiracional o es un advenerizo que quiere hacer vino para chapear o palanganear delante de los amigos en un asado, el asado que se dedique a otra cosa, que se compre un campo en la pampa húmeda, que compre un auto de lujo. Pero esto es para gente que deja el cuero, deja la vida en esto. Si vos no dejas la vida en esto, no dejas el cuero en esto, nunca te va a ir bien”

“Yo respeto cualquier persona que trabaja. Si después dentro de sus argumentos, su estética, su estrategia comercial suena más biribiri, si yo veo que el tipo está a las siete de la mañana en la estación de servicio cargando gasoil igual que yo, si va a la agroquímica igual que yo, si yo lo veo en el banco de rodillas viendo cómo pagar sueldos igual que yo… Respeto cualquier persona que labura al mismo nivel que laburamos nosotros. Después el biribiri tiene que ver con gente que quiere pertenecer a esto, desde lo estético, desde lo que las redes muestran, pero no está dispuesto a hacer el otro esfuerzo”

“Hay líneas muy simples en la vida, el que trabaja y el que no trabaja, el que es honesto y el que es deshonesto, dentro del club, del partido, de los que laburamos, de los que más o menos somos honestos, porque tampoco hay que ser un moralista de esto, todos somos pecadores, como decía San Agustín, todo santo tiene un pasado y todo pecador tiene un futuro. Yo creo que… En mi caso, soy de la religión y del partido de los laburantes, si tuviera que fundar un partido y una religión sería de los laburantes, la gente que todos los días se levanta con un propósito, a laburar y a hacer las cosas bien”