Es habitual que se publiquen artículos que denostan el consumo de vino, y ya no importa si se habla de consumo moderado. Hay campañas organizadas en contra de este tipo de bebidas. Y el vino, considerado alimento para la legislación argentina, no solo sufre los embates de una economía complicada, sino que además está golpeado por estas publicaciones.
El crítico de la publicación Vinous y periodista especializado Joaquín Hidalgo dijo en su reciente nota de La Mañana de Neuquén que “Mientras el lobby mundial anti-alcohol gana terreno en el mundo, mientras que el mercado se empecina en acomodarse a cada necesidad, el vino como bebida y dieta tiene mucho camino para recorrer. Pero para hacerlo bien es necesario entender dos cosas desde el punto de vista de los elaboradores y consumidores. La primera, es que el vino es tan vasto, que es casi imposible que no exista un estilo, un sabor o una propuesta que no se adecúe a un paladar. La segunda, es que hay un límite de escala posible para cada estilo. Es decir: se puede elaborar muchas botellas de un estilo y hacer ese negocio sustentable, pero no se puede hacer unas pocas botellas y esperar que funcione.”
Y en Conexión Agro de Radio Nihuil, mantuvimos una larga charla con la Dra. Laura Catena, quien desde el sitio “In defense of Wine”, busca estimular el debate y dar a conocer los beneficios de un consumo moderado del vino.
Todas las organizaciones y gobiernos del mundo dicen que no es fácil controlar que la gente tome con moderación. Entonces, les vamos a decir es que el alcohol es malísimo, que aunque tomes una copita de vino por día, eso es malísimo, todo es malísimo, y paren de tomar alcohol, ¿no? Y la realidad es que eso no es cierto. Podría ser que el alcohol fuera malo desde el primer sorbo, pero la realidad es que existen cien años de estudios que son sobre el alcohol, no particularmente el vino.
Una copita de vino por día para una mujer y dos copitas para un hombre, tenés un beneficio cardiovascular muy importante, tenés menos ataques al corazón, menos ACV del tipo embólico, menos presión alta, si tomás en moderación. Porque el vino es como un mini anticoagulante. Y mucha gente, por ejemplo, no sabe que ella tiene una arteria un poquitín bloqueada, entonces el médico no le ha dicho que tiene que tomar una aspirina por día.
Y como está tomando esa copita por día, está teniendo ese efecto anticoagulante. ¿Pero qué pasa? Los grupos antialcohol, y también gente que estudia el alcohol seriamente dijeron que estos antiguos estudios comparaban a los que toman en moderación con exalcohólicos, porque comparaban a alguien que no tomaba versus a alguien que toma en moderación.
Ese no es un buen control científico, porque una persona que tomó de más por mucho tiempo, como un exfumador, alguien que hizo algo dañino o usó drogas por mucho tiempo, esa persona capaz que ya tiene alguna secuela de eso. Debe compararse a un tomador con alguien que nunca en su vida tomó y que es sano. Bueno, estos grupos de salud internacional están diciendo que no aceptan estos beneficios cardiovasculares. Creo que ahí hay un poco de fanatismo, porque lo que quieren es que la gente pare de tomar, o que tome mucho menos.
Y creen que el mensaje de la moderación es medio híbrido, que es que, si tomás de más es malo, pero si tomás un poquito puede ser bueno, no les sirve, porque es un mensaje complejo. No aceptan las medias tintas. Les gusta decir, esto es malo, esto es bueno. Y de ahí sale esta defensa del vino, que me parece la cosa más maravillosa que nos ha pasado, que todo este grupo de viticultores, gente de la industria del vino en Europa, de muchos países que producen vino, han dicho, nosotros tenemos que preservar esta cultura del vino, es una cultura agrícola, de vino en moderación. La dieta mediterránea se la tenemos que enseñar al resto del mundo, porque los estudios con dieta mediterránea, que todos incluyen vino, muestran menos cáncer, menos problemas cardíacos, mejor salud general, mejor salud mental, los beneficios son múltiples.
¿Por qué pensás que hay tantos mensajes duros contra el alcohol? ¿Por qué crees que hay hasta parece campañas internacionales contra las bebidas alcohólicas?
Creo que hay varias explicaciones y la verdad que sólo puedo especular, porque yo soy científica, yo conozco la ciencia detrás de los posibles beneficios, la ciencia detrás de las cosas negativas, que, para el exceso del alcohol, las cosas negativas son muchas, es pésimo tomar de más. Y creo que estas organizaciones y los gobiernos del mundo, bueno, quieren que la gente tenga mejor salud, porque además les cuesta muy caro cuando alguien está enfermo. Yo creo que están convencidos de que, si pueden decir que todo alcohol es malo, van a poder primero bajar el consumo del alcohol y después hay un tema económico. Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud, si puede demostrar que todo el alcohol es malo, les dan fondos para hacer estudios. Hay miles de personas que viven de eso, entonces hay toda una industria, que es la de estar contra algo.
¿Puede ser que haya otras industrias, como por ejemplo las de los alimentos ultraprocesados, que también estén detrás de esto y que busquen lograr réditos para sí mismos?
Atacar el alcohol ha sido parte de la historia. El prohibicionismo en Estados Unidos, los monopolios del alcohol en los países nórdicos y en Canadá, que tienen al gobierno vendiendo alcohol para que no se tome de más, pero también ganan plata del alcohol, una especie de contradicción. El alcohol siempre ha sido atacado a través de la historia, y hay que atacar el exceso, no hay forma de defenderlo. El vino se consume en moderación culturalmente, y eso es lo que lo hace bueno, más que sea el producto en sí.
Pero hay algunos artículos sobre los polifenoles que son interesantes, pero yo te diría que eso hay que estudiarlo más. Y hay un estudio que están haciendo en España, PREDIMED, que tendrá los resultados en 5 años, que es un estudio maravilloso. Le preguntan a los posibles participantes ¿vos estarías dispuesto a parar de tomar vino por 5 años? Y la gente le ha dicho que sí. Se podrá responder la pregunta si la dieta mediterránea, plus o menos vino, es diferente, qué efectos tiene sobre temas cardíacos, cáncer, todas las enfermedades, temas hormonales, diabetes, etc.
Y es lo que se llama un Randomized Controlled Study, que quiere decir que es a ciegas, vos entrás al estudio y no sabes si te van a decir que tomes o no tomes, y van a tener 10.000 personas. Eso va a responder muchas preguntas.
Ese estudio va a ser importantísimo porque va a ser lo que se llama el Gold Standard, estudio de oro. Ese estudio es lo mejor que existe y es lo que hacen las farmacéuticas, por ejemplo. Hoy por hoy todos los estudios que tenemos son observacionales, que también se puede hacer bien si mirás mucho y tenés mucha información sobre la gente, pero no es tan bueno como este estudio randomizado, que es lo que están haciendo en España. Yo creo que eso va a ayudar mucho con una respuesta muy científica.
Yo creo que el futuro es un futuro donde se consume el alcohol en moderación. Y ahí creo que al vino le va a ir muy bien porque la cultura del vino es una cultura de moderación.
La cultura milenaria del vino siempre ha sido una cultura de moderación. Soy optimista porque creo que si hay una bebida alcohólica que está bien posicionada para un futuro de moderación es el vino.