Estos estudios de caracterización de clima, suelo, geología, ambiente tienen por finalidad generar conocimiento científico de las regiones vitivinícolas, para capitalizar su diferenciación, fortalecer su identidad única, apoyar el mensaje comercial hacia los consumidores y afianzar el posicionamiento de los vinos argentinos en los mercados internacionales.
El estudio de base de caracterización de suelos permite contar con información homogénea sobre una misma base metodológica científica de todas las zonas vitivinícolas de la Argentina: “Esto no solo le va a servir a las bodegas para promocionar sus vinos sino a todas las actividades de base agrícola”, destacó Claudio Galmarini, director de la regional Cuyo del INTA, institución que participa de la investigación que comenzó con fondos del BID y ahora se expande con recursos del CFI.
Con el aporte del CFI, el estudio de caracterización que comenzó en Mendoza, San Juan y Salta se extiendió con la misma base científica y metodológica a Jujuy, La Rioja, Catamarca, Córdoba, Entre Ríos, Buenos Aires, Neuquén, Rio Negro, Chubut y La Pampa.