No hay nadie en el mundo de la viticultura que conozca más de suelos y profundidades que Guillermo Corona. El geofísico estudió en San Juan. Su amor por la tierra viene de la infancia y se tradujo en su trabajo, primero con el petróleo y luego con la tierra y su relación con el vino. Acaba de publicar su segundo libro «Raíces del vino», una publicación que se convierte en una enciclopedia. Es un volumen de tapa dura con una edición exquisita de 328 páginas. Viene con un cuadernillo de 14 mapas de clima, suelos, viñas y productores.
Raíces del Vino pone la lupa sobre seis terruños: Las Compuertas y Agrelo en Luján de Cuyo, y Gualtallary, San Pablo, Los Chacayes y Altamira en Valle de Uco. Hay datos, infografías, historias personales y testimonios de los especialistas.
La historia comenzó hace varios años con @geografiadelvino en Instagram y avanzó hasta convertirse en un libro con el mismo nombre y de carácter super técnico con datos de importancia para los especialistas. Ahora Guillermo avanza en una publicación muy amable para los lectores, no solo los avezados.
Reconoce que es una especie de topo y suma 10800 calicatas a lo largo de todo el país
Guillermo Corona es un tipo sencillo, introvertido y de sonrisa a flor de piel. Se la pasa bien y se le nota. Siempre dispuesto a la charla y a compartir sus conocimientos. Es muy respetado y consultado en la industria. Nos dimos el gusto y charlamos un ratazo en Agro Recargado de Aconcagua Radio.
Hablamos de petróleo, minería, vinos, producción y pozos, muchos pozos. Su amor por el mapamundi. Desde la cima de una montaña hasta el fondo de una calicata.