La idea es sumarlo al portfolio de Chateaux La Coste en Francia, que ya cuenta con tres productos de estas características: un blanco, un rosado y un espumoso.
En diálogo con Alterrados y Conexión Agro, el enólogo Lucas Giménez, encargado de los proyectos de uno y otro lado del Atlántico relató que son tres productos desalcoholizados. El último producto presentado en Europa, es un vino base convencional, luego desalcoholizado.
P: ¿A través de qué método le sacan el alcohol?
R: El método se llama en inglés vacuum distillation, que es una destilación a baja temperatura, provista de una aspiradora que aspira el alcohol en la parte alta de esa columna de destilación. Se destila entre 30 y 35 grados, en un periodo corto. Al ser el alcohol volátil, a través de esa aspiradora se saca el alcohol.
P: ¿Por qué decidieron hacer estos tres productos sin alcohol?
R: Para atender la demanda a nivel mundial. No buscamos ni polemizar ni apuntarle al consumidor de vino, sino a atraer a un consumidor de bebidas no alcohólicas, y que tenga ese vínculo con el mundo del vino, siendo que nosotros seguimos siendo una bodega tradicional y que elaboramos muchas botellas de vino con alcohol, por supuesto.
P: ¿Y qué cantidad de estos tres productos hicieron?
R: Arrancamos con el rosado tranquilo y el espumante. Ahí fueron volúmenes de 30.000 botellas de espumante y 20.000 de tranquilo, y ya hemos pasado a una segunda producción de volúmenes más altos, sumando también un espumante blanco.
P: ¿Se vende bien? ¿Hay pedidos?
R: Lo hemos vendido muy bien. Por su proceso, no es un producto económico, pero así todo se vende muy bien, también creemos que la novedad o la punta de lanza siempre genera mucho más interés y más demanda. Estamos convencidos de que desarrollar este tipo de productos no es hablar mal del vino, sino tonificar un mercado, porque son todos vinos elaborados a partir de vinos convencionales.
P: ¿Ya tienen detectado quién es el público consumidor de este producto?
R: Sí. Hay mucho consumidor de vino que lo compra desde la novedad, pero sobre todo la mayoría es este público no tomador de bebidas alcohólicas, pero que sí bebe otro tipo de cosas y le resulta súper atractivo. Más allá de eso, también hemos detectado que los horarios de consumo cambian mucho y vendemos mucho para consumirlo en los mediodías
P: Ya como enólogo, ¿notás mucha diferencia en el sabor de un rosado convencional y un rosado sin alcohol?
R: Sí, son productos distintos. El alcohol en un vino da mucho más que la capacidad de embriaguez. La dulzura del alcohol, el volumen, estos productos no los tienen
Personalmente, el espumante es mucho más atractivo o mucho más cercano a lo que puede ser un espumante convencional que los vinos tranquilos, por una cuestión de burbuja nada más. Le da refrescancia.
Lucas Giménez se lamenta de que es muy complicado importar estos vinos a la Argentina porque quedaron fuera de la órbita del Instituto Nacional de Vitivinicultura y queda bajo el control del Instituto Nacional de Alimentos.
También revela que los ensayos con el Malbec sin alcohol están avanzados y el producto podría estar listo a mediados de 2025 y se incorporaría al portafolio de La Coste.
Lucas Giménez es propietario de Finca Iral y director de enología de La Coste de Los Andes y Andillian. Reparte sus días entre Argentina y Francia, donde también hace vino. Fanático de la zona de Chacayes, destaca la accesibilidad, calidad y servicios de esa zona de Tunuyán.