La presentación del nuevo vino Stratus, de la Bodega Trivento, es una buena excusa para charlar con el histórico enólogo de Trivento, que lleva más de dos décadas trabajando en la bodega.
Degusta las palabras como si estuviera paladeando el vino del cual habla. Y claro, es el lanzamiento oficial de un nuevo ícono de Trivento. En palabras de Germán es un vino que nace de la búsqueda, la interpretación y también de la confianza del equipo técnico y agronómico de Trivento en los viñedos. Busca mostrar la riqueza, la pureza, la transparencia y la energía del terroir del Valle de Uco en un vino de un nivel superior.
“Por eso el nombre Stratus, que significa capas. Es un vino pensado en su concepción desde los lugares donde viene, los suelos, los distintos estratos. Es un vino que se va a mostrar con muchas capas aromáticas y también cuando uno lo prueba en la boca, es un vino que muestra distintas texturas, fluidez, tensión y buenos taninos”.
Es un blend de Valle de Uco, de tres lugares importantes para nosotros, dice Di Cesare: Gualtallary, Chacalles y Paraje Altamira. Un blend de 70% Malbec de estos tres lugares en un tercio cada uno en proporción. 20% Cabernet Franc de Altamira y 10% Merlot de Gualtallary.
Detalles: Un vino de capas aromáticas con un nivel superior. Un vino de vuelo internacional, donde prima la elegancia, la fineza, la armonía y el balance. Stratus es un World Class Wine.
Stratus está pensado los mercados clásicos y para los que vendrán.
También charlamos con Germán Di Cesare sobre los que ocurre en el mercado doméstico. El director de vinos de la Bodega Trivento dice que es un año muy especial, con el consumo a nivel mundial en baja, lo mismo que en Argentina.
“Hay una baja en el consumo de vinos, lo cual nos hace repensar nuestras estrategias. Focalizándonos mucho, puertas adentro, siendo muy eficientes en nuestros procesos, muy eficientes en nuestros viñedos. De manera tal de poder abordar siempre manteniendo nuestra calidad de nuestros vinos.
Con la mejor competitividad posible para llegar al consumidor con un precio acorde. Y sin dejar, obviamente esto es un negocio, de mantener esa rentabilidad. Pero es un año complicado, hay mucho stock de vino, ojalá tengamos una buena producción de cosecha.
Si esto sucede, habrá mucho ofrecimiento de uva y mucho vino. Cada bodega debe teneruna mirada muy estratégica puertas adentro, para hacer lo mejor posible en recuperar competitividad y apreciar los costos. Poder mantenerlos para salir a competir con buenos niveles de rentabilidad.”
Alterrados: Decías que va a ser un año productivo, vamos a tener más cantidad de uva. ¿Cómo repercute en el tema de los precios y en los productores?
GDC: “Bueno, por lo que se ve de este año, todavía no lo podemos decir a ciencia cierta. Porque falta todavía toda la brotación, el cuaje y demás. Y pasar los meses de dificultades climatológicas. Obviamente tener una buena cosecha significa también que va a haber mayor oferta de uva. Al mismo tiempo, hay stock, con lo cual va a haber mucha oferta de vino y mucha oferta de uva, posiblemente. Y eso va a generar una oferta que seguramente va a incidir en los precios de uva. Todas las estrategias a futuro de elaboración y de compra de uva y de aprovisionamiento van a ser clave para el negocio”.
A: ¿Quién tiene el panorama más complicado?
GDC: “Pienso que estamos en un año muy difícil para las dos partes. Para las bodegas y para los productores también. Por eso mismo hablo mucho de ese enfoque y esa estrategia muy puertas adentro. Para manejar muy bien nuestro costo. Eso es el que te permite seguir estando en la góndola”.
A: ¿Y la problemática del consumo? ¿Quién es el enemigo de las bebidas alcohólicas en general y sobre todo del vino?
GDC: “Creo que hay bastantes variables. Sí se puede identificar una en especial, que tiene que ver con los hábitos de consumo. Yo he estado prestando mucha atención a ese punto, en la búsqueda, tal vez, deuna vida más saludable. Dentro de esa nueva vida saludable aparece el vino como un producto por el alcohol y por las calorías. Lo mismo pasa con otros productos alimenticios. Se ve que hay una disminución en el consumo de vino en las poblaciones más jóvenes.
Por esta parte, creo que además también hoy nos toca un escenario, una coyuntura a nivel mundial. Y por supuesto un mercado interno también que tiene que ver con el bolsillo de las personas. Seguramente el vino no es de primera necesidad. Y eso repercute en la compra familiar. Además, las generaciones más grandes lo ven como un elemento para relajarse y disfrutar. El vino es sinónimo de relax y diversión. Y probablemente, para las nuevas generaciones estén apareciendo otras opciones de divertimiento que están teniendo mayor aceptación”.
A buen entendedor…