El laberinto de toneles y una bodega que produce grandes vinos de Gualtallary desde Luján de Cuyo
Matías Macías se mueve con maestría entre barricas. Trepa, saca el tapón y con la pipeta reparte entre copas el producto de la cosecha. Probar mucho. Pensar. ¿Cuándo está terminado? ¿Cuándo le gusta a uno, o cuando piensan que es el momento ideal que imagina el consumidor? Decisiones.
Julián Gómez, el Gerente General, está atento a todo. Es una de las patas fundamentales de este proyecto que suma cada vez más adeptos con vinos de altísima calidad.
Matías revela que después de varios años de investigación, están haciendo un poco más minucioso el desarrollo de este resultado de pequeñas investigaciones. Y sobre todo, la especialización para tratar de diferenciar los terruños propios dentro de un viñedo de 65 hectáreas muy heterogéneo.
En Finca Ambrosía quieren diferenciar merced a un trabajo de al menos 5 años, las distintas capas estratosféricas de los suelos, llevarlas a vino y tenerlos por separado y hacer una diferencia puntual. Hoy tienen los clásicos: Malbec, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Pinot Noir y Merlot además de Sauvignon Blanc y Chardonnay.
Y después de un paseo por las barricas y probar muchos vinos ricos, surgió esta charla.
P: ¿Cómo es trabajar con un viñedo del cual ustedes se quedan con una parte porque la otra parte la venden? ¿Cuál es el desafío que te presenta hoy, después de varios años de estar en la bodega, trabajar con este material y con otra gente? Porque la bodega también trabaja para terceros.
R: El desafío principal, sobre todo hablando de finca Ambrosía, es para mí poder diferenciar. Hoy por hoy tenemos unas 17 etiquetas, distintos tratos de líneas de mercado, donde todo sale de un single vineyard, entonces el desafío es poder diferenciar ese single vineyard y hacer entender al consumidor cuál es la diferencia o por qué pueden tomar distintos vinos del mismo lugar. Y después la ventaja que tengo es poderme comparar, elaborando acá en la bodega distintos proyectos en distintos lugares, y siempre apuntando la calidad, entonces eso es fantástico.
P: ¿Cómo ves el mercado interno y cómo ves el mercado externo, por lo menos para ustedes?
R: Para nosotros ha sido beneficioso los últimos años, no hemos tenido una pérdida de ventas, si bien hay una especie de aplanamiento en los últimos meses, nunca hemos dejado de crecer. Siempre hemos sido reconocidos por una cuestión de precio-calidad, entonces lo que veo puntualmente es que está fantástico el mercado, sobre todo interno, que hay muchos consumidores jóvenes que están ávidos de conocer, de crecer, de buscar. Hoy en día encontrás chicos de 22, 23 años probando vinos de alta gama, como tenés los clásicos que siempre compraban ese tipo de vinos. Toda esa gente que está con ganas de conocer busca cosas nuevas.
P: ¿Te preocupa el tema del precio de los vinos, sobre todo en el mercado interno? Porque así como la gastronomía, también, hoy aquí en Mendoza está pasando un momento un tanto complicado por la falta de turismo externo. ¿El precio de los vinos es un impedimento para mucha gente?
Para mucha gente, a lo mejor el consumidor local puede ser un impedimento, pero yo creo que hoy en día la oferta es tan grande y tan diversa que hay mercado para todo. Personalmente digo que la vara está tan alta, es que hasta los productos baratos están de muy buena calidad, entonces el consumidor hoy en día tiene un abanico gigante, entra a una vinoteca y hay miles de etiquetas nuevas, conocidas, desconocidas, de bodegas nuevas, de proyectos nuevos, de bodegas de renombre antiguo, y todas están ofreciendo cosas nuevas que están súper interesantes, entonces el tema de los precios no me asusta porque hay calidad a buenos precios.
P: ¿Qué pasa con el tema de los puntos? ¿Importa menos, importa más? ¿Te marca una diferencia los puntajes que te pueden dar un crítico internacional?
R: Bueno, obviamente es una referencia que muchos la pueden tomar o no, pero hoy en día creo que la globalización de la comunicación, los celulares y las redes sociales y demás, y los nuevos consumidores que son chicos jóvenes que están abiertos a mucha información, creo que hacen su propia opinión, y a la vez como prueban mucho, la ventaja que estamos teniendo hoy en día de eso es que los consumidores sacan su propia conclusión.
Puede ser una guía, los puntos hoy en día creo que lo son una guía, referenciada por gente que prueba mucho y es idónea
P: Con respecto a lo que es el trabajo que hacen acá de elaboración a terceros, ¿Cuál es el desafío que te produce?
R: Trato de trabajar con colegas que estemos alineados en ese tema de la filosofía, sobre todo acentuar la calidad, pero el desafío, el más lindo, el que más me dama es que siempre estamos dotados a un clima, a un sector, a una labor cultural, entonces todo ese abanico de oportunidades que uno va teniendo, 60 Malbecs distintos en una bodega que es pequeña, es fantástico. Si eso lo multiplicás por los distintos varietales y por los distintos estilos que cada uno de los técnicos quieren darle, eso es un motor grandísimo para cualquiera a nivel creación.
Macías y la Geografía del Vino
P: Contame del proyecto que tienen con el Geofísico Guillermo Corona
R: La verdad es muy lindo, es una incertidumbre que teníamos desde hace muchos años porque él empezó a tener la curiosidad sobre los vinos. Muchos técnicos le dimos el empujón porque veíamos que tenía un trabajo que teníamos que mostrarlo, tenía que verlo la gente.
Hoy en día ya tiene camino propio andado y un motor propio, no hace falta que nadie lo empuje y en función de eso como llevamos muchos años de amistad, casi más de 20 años, en todas estas charlas y demás salió el tema de hacer algún vino donde hagamos una referencia de algo que nos parezca bonito contar, que tenga un storytelling de algo nuevo, algo de exploración, algo que se esté por perder
Básicamente el laburo es mostremos lo que hay, mostremos la parte de la cultura y no dejemos que se pierdan lugares que son históricos, como ha pasado hace muchos años acá en Mendoza
P:¿Y cuáles son los vinos que tienen hechos?
R: Hay tres vinos envasados. Empezamos con un vino que lo hicimos como familiar, que es un Malbec que justamente salió de Finca Ambrosía. Quedó para consumo con amigos y familia. Después de eso hicimos un vino de El Sosneado, cerca de Malargüe. Un lugar que vio por su trabajo en la industria petrolera. Era un viñedo experimental, lo empezamos a desarrollar, a cuidar y demás, y pudimos hacer un vino en el 2021, y año a año hemos ido haciéndolo, ese 2021 lo embotellamos, y en función de esta búsqueda encontramos un viñedo en El Cepillo que se estaba por erradicar, que hoy en día es una plantación de nogales. Esas vides no existen más.
También exploramos San Juan, sobre todo los valles de altura, como Calingasta, encontramos un Sirah en Puchuzun, en Calingasta, está todo sobre la cuenca del río Los Patos, entonces junto con Andrés «el Vasco» Biscaisaque, encontramos también poder mostrar un lugar distinto, un valle nuevo, que está floreciendo. Un poco el idea era eso, encontrar lo nuevo, lo viejo, lo no tan nuevo, pero que nos ayuda básicamente, a redescubrir lugares.
La cruda realidad
“Creo que a pesar de todo, se va a instalar un aumento del consumo, pero siempre estará ligado a que ya Argentina está posicionada en un lugar donde se produce un vino de calidad. El turismo extranjero está volviendo y después de todos los vaivenes económicos vuelve a elegir Argentina. Regresan los brasileños, peruanos y de otros países. Argentina produce vinos de calidad y después tiene que acompañar todo el entorno económico y hay que competir. La pelota está en la cancha y hay que saber como jugar el juego.»