A partir del momento en que se decidió dar de baja el sistema de mitigación de riesgo de granizo por aviones surgieron todo tipo de especulaciones. Una de ellas era la posibilidad de que se buscara beneficiar, desde el gobierno, a la fabricante de malla antigranizo con sede en Mendoza.
Se hablaba de un traje a medida de una empresa que podría tener más llegada al sector productivo luego de que se quitara una de las patas de la mesa para enfrentar un flagelo de la piedra en la provincia.
Estas nubes parecen disiparse cuando se conoce la planta de Agrinet ubicada en Rodeo del Medio, Maipú, a pocos metros de la ruta nacional 7. El ruido es ensordecedor. Decenas de máquinas producen el hilo, enhebran, arman las bobinas y tejen sin parar las 24 horas. Los números son realmente interesantes en materia de producción de esta fábrica de tela que se fue ampliando sin parar desde hace más de 20 años.
Y no le temen al que dirán porque aseguran que por ahora, no está claro si habrá créditos, blandos o no, para «techar» fincas y cubrir a Mendoza para protegerse de la piedra. En definitiva, un tibio acercamiento del sector público al sector privado. Todavía restan definir muchos aspectos para determinar si los productores, sobre todo los más pequeños, podrán acceder a la tan ansiada protección.
La materia prima
Llega desde lugares variopintos. Hablamos fundamentalmente del polietileno de alta densidad que se importa desde Korea, Egipto, Brasil o la India. A eso se suman los colorantes (Pigmentos para Plasticos o Masterbatch) que darán las tonalidades a cada malla, algunos de los cuales se fabrican en Argentina, pero que en su mayor volumen arriba desde Italia.
La competencia está en Méxco, Italia, España y en distintos países de Asia. Y es fuerte sin duda, pero la gente de Agrinet muestra músculo y exhibe números interesantes en materia de fabricación:
Elaboran unos 55 millones de metros cuadrados al año y solo paran en Navidad y año nuevo para hacer mantenimiento a fondo. El resto del año se mueven a diario en tres turnos de 8 horas.
Mendoza cuenta con una nave de 5.000 m2 y la planta productiva Euram (Chile) tiene 6.000 m2.
Estiman que en promedio podrían cubrir en 12 meses 6 mil hectáreas de espaldero.
La mitad de la producción se exporta. En la planta de Chile producen anualmente más de 20 millones de metros cuadrados para el país trasandino y para compradores de otros lugares del mundo.
Se estima que en nuestra provincia hay una 50 mil hectáreas protegidas.
La malla tiene un costo por hectárea (colocada) de 4000 a 4500 dólares en el caso de espaldero de vid y de 15000 a 18000 en el caso de los parrales. Estos valores pueden variar según la densidad de la plantación.
El desafío
La recuperación se convirtió en el gran objetivo. Luego de dos décadas de historia hay recambio de tela y es necesario evitar que la tela se entierre o se queme. Por eso se puso en marcha el Proyecto Re-conectar, alineado con el propósito de la empresa de reconectar a las personas con una vida sostenible y fabricar otros productos.
Cada hectárea de malla permite recuperar aproximadamente 500 kg de plástico. Agrinet hizo una alianza con 3C Construcciones, dedicada a la construcción de viviendas y espacios públicos a partir del reciclado de residuos plásticos y que, además, integra a personas vulnerables a sus labores. En este caso, la malla antigranizo se utiliza como barrera de contención de los bloques de plástico que rellenan las estructuras constructivas.
Luego, esa pared se revoca como en la construcción tradicional. Las mallas que se dejan de utilizar en las viñas en Mendoza, se emplean para la edificación de los muros de casas o medianeras.