Producir en este país no es fácil. Y más si no te dan una mano quienes deben abrir las puertas para que tus productos lleguen a todos lados. El Estado Inteligente del que tantas veces hablamos se choca con el Estado Bobo. Quienes se dedican al durazno en la Zona Este de Mendoza tienen miedo que se caiga el sistema de mitigación de la Mosca del Mediterráneo (Ceratitis Capitata) y que esto les impidan llevar la fruta incluso al sur provincial. Hasta no hace mucho tiempo, quienes elaboran durazno debían ir a buscar dos veces por semana los insectos estériles a la empresa Aerotec en Rivadavia, lo que provocaba un verdadero trastorno, además de los gastos de horas-hombre, tiempo y combustible. El Iscamen habría dejado caer el sistema aduciendo que los productores no iban a buscar las bolsas con los insectos estériles. Sin embargo, también suspendieron el sistema aéreo y no arrojaban las bolsas correspondientes desde los aviones. El temor del sector productivo es que no haya producción en la Bioplanta de Santa Rosa o se haya bajado el nivel de trabajo. Conexión Agro intenta desde hace varios días comunicarse con el titular del Iscamen (Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria de Mendoza) José Orts, y aún no hay respuesta.
Con respecto a la situación de los productores que están en el sistema de mitigación de riesgo, si la barrera se cierra no pueden llegar a los centros de donde se envía la fruta. Incluso la queja es que se comunican al Iscamen y no hay respuesta y que a algunos productores les están enviando alertas de que en determinadas zonas se está por caer la mitigación.
Se aguarda una respuesta del organismo oficial a lo que se suma una oferta económica bajísima de las empresas conserveras. Están proponiendo el mismo valor que el año pasado a quien se acerque a ofrecer la fruta. Y no solo eso. Pago en cuotas con una inflación en 2023 que superó el 200%.