Son muchas las bodegas que hacen esfuerzos para instalar sus productos en Asia, pero chocan con trabas impositivas y la ya conocida brecha con el dólar.
De hecho, este cuadro de Wines of Argentina deja en claro que los números son desparejos y en baja.
El exembajador en China, Diego Guelar le dijo a Alterrados.com que las restricciones generales, sumadas a los acuerdos de libre comercio (TLC) que tiene nuestro vecino Chile conspiran contra la Argentina vitivinícola. Agregó que estamos en condiciones de competir a pesar del diferencial impositivo y que el vino argentino se vende rápido.
«Obviamente, nosotros tenemos una restricción regional, que es la competencia chilena, que tiene un acuerdo de libre comercio, eso obviamente beneficia al vino chileno, con lo cual podemos competir en calidad, pero tenemos el problema del precio. Nosotros tenemos un mercado diversificado. No hemos pasado nunca de 20 millones de dólares al año de vinos a China. ¿Cuál es el mercado? Yo creo que es muchísimo más grande. Hay un mercado potente, pese a ver el diferencial impositivo, que es una ventaja para Chile, los 20 millones se venden todos. Hoy no hay un solo distribuidor chino que tenga una botella disponible. No se puede vender el vino a distancia, no se puede vender con un folleto y decir dentro de dos meses le voy a entregar una botella de vino. El que compra vino lo quiere en el mismo día o a más tardar para el día siguiente.
Entonces hay que montar un aparato logístico que garantice que el vino esté. Venderse se vende rápido. Muchos, por supuesto, las restricciones financieras en la Argentina, falta de crédito, el exceso de impuestos hace que alguien diga con razón tengo que mandar un container con vino y recién lo vendo cuando está allá. Entonces, ¿qué pasa con el riesgo? No hay ningún riesgo. Hay que montar una cadena logística que permita entender que no hay venta de vino si el vino no está ya en un puerto de entrada. Pero esto es lo que hay que trabajar, por supuesto, con las autoridades. Tendría que haber diferimiento de impuestos, que efectivamente el productor vitivinícola es que exporta pueda pagar sus impuestos una vez que vendió la mercadería. Estas son cosas que hay que ajustar, obviamente, entre las autoridades nacionales, las provinciales y el bodeguero para generar ese círculo virtuoso logístico centralmente, porque hoy la logística es la que es la clave de la comercialización. Sin buena logística es como vender arándanos. Yo pude firmar el acuerdo para arándanos, pero el arándano vive 27 días, desde el momento de la cosecha hasta que muere el arándano y no es consumible son 27 días.
¿Qué implica eso? Un esfuerzo logístico extraordinario. Lo mismo pasa con la cereza. Los chilenos venden 1800 millones de dólares, más que nosotros en carne, de cerezas a China. Es un esfuerzo logístico, pero esto es lo que hay que poner todo el esfuerzo. Es decir, señores, tenemos el mercado, hay precio, tenemos distancia, hay que resolver los problemas de flete, de distribución. Concentrémonos hoy en resolver la logística como clave del comercio exterior.
A su turno, el vicepresidente de Wines of Argentina, Mauricio Boullaude, le dijo a Alterrados que las ventajas impositivas de Chile lo ponen sumamente competitivo frente a las trabas para exportar que tiene nuestro país.
«Cuando Chile tenía los mismos impuestos que nosotros, exportaba casi lo mismo 20 a 30 millones de dólares al año y cuando ellos firmaron el acuerdo de libre comercio, se disparó la venta 10 veces, se fueron a 300 millones de dólares y ahora están aprovechando la subida que tuvo a Australia, que tenía el mismo convenio que ellos, pero con la pospandemia le subieron los impuestos. Entonces Chile está capturando cuota de mercado que tiene Australia y no así Argentina, porque seguimos siendo caros y poco competitivos.
El enólogo Gustavo Rearte, de la Bodega Achával Ferrer, conocedor del mercado asiático fue muy claro y dijo: «China es un mercado para Argentina a descubrir, teniendo en cuenta de que hay cerca de 1400 millones de habitantes en una tierra donde las oportunidades avanzan. Para Argentina es un mercado a explorar, desde el lugar de la representación de cada una de las bodegas. Hay que ir conociendo cuáles son los perfiles de los vinos que los consumidores pueden llegar a buscar.
Para Argentina la resolución y la visión de los stocks y sobre todo el tema logístico son los puntos a cubrir. Desde mi punto de vista, creo en las representaciones de las bodegas en el mercado y sobre todo conseguir y encontrar buen representante el cual puede ser fiel a la geología de cada una de las empresas y sobre todo pueda distribuirlas de una manera consciente.
Los habitantes de China están muy contentos de poder probar vinos que vengan desde el otro lado del mundo y que tengan una perspectiva totalmente distinta a lo que son los vinos de otras regiones del mundo y eso nos pone en una posición de excelente calidad y sobre todo de excelente conocimiento para poder crecer y poder alcanzar las metas que tienen cada uno de sus bodegas y sobre todo el mercado argentino en esa tierra asiática.