En ese sentido, destacó que esos insumos importados representan entre el 15 y el 20% del precio final, tanto en el vino que se exporta como en el que se destina al consumo interno. En consecuencia, abaratar el acceso a ellos abre la puerta a una posible rebaja en que se paga por una botella.
El consumo interno sigue cayendo
En otro tramo de la charla, el especialista comentó las tendencias del consumo dentro de Argentina. Por citar sólo un dato que circuló esta semana: el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) reveló que entre junio de 2022 y junio de 2023 la comercialización en el mercado interno cayó un 10%.
Rada interpretó: «Sin duda, la merma en los ingresos de las familias influye. La bebida alcohólica es una variable de ajuste cuando entra menos dinero en los hogares. A ello hay que sumar los precios relativos de otros productos, como la cerveza, que tienen más flexibilidad. Y un tercer punto es la perspectiva que generó la baja en la cosecha, lo que derivó en una retracción de la oferta».
Asimismo, el director del observatorio se quejó de que para acceder al dólar agro haya que participar del programa «Precios Cuidados». «Es un programa que hace que mucha bodegas se integren pero yendo a pérdida, y por lo tanto despachan lo menos posible«, cerró.
Fuente: Diario Uno con información de Conexión Agro. Entrevista realizada por Marcelo Bustos Herrera